viernes, 27 de enero de 2012

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Tengo en mis retinas el recuerdo de su último gesto... El gesto de incredulidad mezclado con una lágrima. Su rostro siempre tan bello, sus facciones tan especiales que la hacían única como cada una de las de su especie. Y yo no pude decirle nada, las palabras se estrangularon en mi garganta. Solo recordé a alguien que una vez me dijo que con el paso del tiempo simplemente mueren. No pude hablar, solo la tomé de su mano tan frágil y le dije todo lo que podía con la mirada...
Y así, con el dolor quemando mis entrañas, despedí a la última de mis utopías.

lunes, 16 de enero de 2012

viernes, 13 de enero de 2012

Algo para decir...

En el más profundo silencio a veces puedo escuchar el murmullo del llanto de mi alma.
A veces estoy desnudo y tiritando de frío en medio de una nieve desértica.
Respiro con cierta pericia después de algunos años de práctica.
Suelo sonreír con cierta regularidad más no lloro muy a menudo.
Suelo entristecerme con cierta regularidad más no me alegro muy a menudo.
Creo que estoy equivocándome aunque aún no sé en que...
Se que lo sabré, aunque tal vez no lo sepa a tiempo.
Al atuendo blanco de mi alma
no puedo quitarle ciertas manchas de tristeza
que se pegaron ferreamente debido al paso de los años.
Tu fantasma sutil parece no ceder,
me oculto de tu sombra con torpes disparos de luz artificial.

martes, 10 de enero de 2012

CRASH


Después de quizás una vida entera buscando aquel- aquella (aquello) se llega a la gran meta. Ojos solo para ella, ojos solo para él. Así era, así creía que seguiría siendo. Cuentos de príncipes con finales felices. Y el paso del tiempo envenena con sutil eficacia. Los calores se extinguen, los corazones laten al mismo ritmo por un tiempo y luego se desacompasan. Los espejos de colores pierden su reflejo...

Perdurabilidades trágicamente imperdurables. No es un despertar brusco, primero son pequeñas sacudidas y los ojos se van abriendo de a poco. Las cosas cambiaron de color y hay un tinte abrumadoramente sepia. 

¿Ojos solo para ella, ojos solo para él? Nunca será posible, las ansias ahora se despiertan como un animal sediento. Y luego una inercia pegajosa, el miedo a perder lo que ya se tiene, entre una traición y un deseo no saciado.

Engaños viles, soñar con alguien en un mientras que fue tan mágico en otras veces, y uno no necesitaba soñar con otro alguien. Siempre hay un sufriente y un villano, salvo en situaciones en que los planetas se desalinean juntos en un curioso sentido de justicia.

Y en algún momento una gran burbuja de cristal cae estrepitosamente al suelo y explota en violentas esquirlas que se clavan en el más inocente, y llega la terrible conciencia de que el amor no es para siempre.

Nuevamente la historia imaginada no es real. El amor inmortal se murió, y uno de ellos lo llora.

domingo, 8 de enero de 2012

2012


Después de bastante tiempo sin agregar alguna palabra vuelvo a las andadas por este lugar. Sigo viendo el paso del tiempo como testigo a veces mudo de la realidad. Los acontecimientos se han acumulado bastante sin que llegue a documentarlos, tal vez porque me hallaba demasiado ocupado en vivirlos. A veces creo que me empiezo a acostumbrar a las alegrías y malestares de la vida, y siempre que aparece esta sensación la vida me desacostumbra intempestivamente con una caricia o un golpe.

Mis balances son tan erráticos que han perdido cierto valor... Muchas veces creo que he hecho la mitad de lo que debí hacer y que no tuve el discernimiento suficiente para poner mis energías en aquello más adecuado, y por momentos me siento ir por el camino adecuado. Suelo terminar bastante confundido y en un par de oportunidades opté por dejar que lo que tenga que ocurrir ocurra. Por cada cosa que creo entender aparecen 100 nuevas que me dejan totalmente perplejo. Es increíble como el paso del tiempo te hace tomar más y más conciencia de tu propia ignorancia.

Seguiré por la senda, dando saltos, brincos, tumbos, corriendo, caminando en puntas de pie, y quizás algunas veces (solo en excepciones) retrocediendo sobre mis propios pasos. El fantasma de la vejez me mira con una sonrisa bastante irónica, quien sabe que sabrá que yo no sé...