miércoles, 23 de julio de 2014

Aquel dulce quizás...

Quizás sería bueno si pudiera mirarte a los ojos y darte la mejor de mis caricias en tu mejilla derecha. Posiblemente después no estaría mal tomarte de las manos con las mías. Luego sería lindo poder abrazarte... Sí, cobijarte y darte un calor suave para que no pases frío. A veces hace tanto frío... Creo que si te sigo mirando a los ojos voy a tener también un montón de ganas de besarte la frente. Es tan linda tu frente... Y me quedaría un ratito así, tan abrazado a vos. Tal vez no te confiese que también tenía frío, esa no es una confesión que un hombre haría. Y después de este abrazo tan calentito, con esas duraciones tan efímeras que tiene la felicidad, dejaría caer un suave, cauteloso, delicado y tierno beso en tu maravillosa boca. Y creo que después de eso podría morir con una gran sonrisa.