Este fin de semana tuve la experiencia de ir a un lugar muy especial. Estuve visitando un espacio verde muy arbolado que fue un retiro y al mismo tiempo un refugio para mí... En este lugar hay un gran silencio, una gran belleza, y me permitió estar a solas conmigo mismo y meditar en templos de diversas religiones... Dado mi carácter agnóstico esto fue una experiencia muy particular y muy enriquecedora para mí. Al final semejante lugar me convenció de que hay algo más que nos está rigiendo... Pude silenciar por un rato mi cerebro, mi espíritu, mi alma, mi corazón bastante malogrado últimamente por un par de tristezas, decepciones y dolores varios... Tuve además un par de clases de filosofía que han generado enormes revuelos en mis estructuras generales... Que curioso que en el más absoluto y total silencio se escuchen tantas cosas... Realmente fue una experiencia absolutamente importante y valiosa para mí; les recomiendo si tienen alguna posibilidad como ésta de aprovecharlo.
Y éste es otro lugar bastante extraño... El lugar virtual de mis pensamientos; un lugar donde me doy la libertad de escribir cualquier cosa que siento. No es un lugar físico, pero es un lugar adonde yo estoy diciéndole algo a alguien que quizás por error cae en éste sitio, quizás algún anónimo que está en algún recóndito lugar que lee silenciosamente lo que yo escribo y le genero algún “algo” que nunca me voy a enterar... Este sí que es un lugar bastante extraño... O también para coincidir con otras personas que tienen vivencias parecidas como mi ya queridísima seguidora... Quién sabe si no es mi única lectora... Pero no es tan importante; solo voy a dejar que fluyan las palabras sin especulaciones... Solo dejar que las letras formen algún dibujo del alma, y nada más. Lugares... Tantos lugares.
