parpadeando apenas,
sin prisa.
Lo haré tranquilo, dejando la pena a un costado,
pero sin evitar sentir.
Me haré blando y sutil,
me haré agua, humo...
Aceptaré simplemente.
Mi pie caerá nuevamente hacia el camino
y lo seguirá su compañero,
y se dirigirán a algún lugar.
Respiraré hondo y agradeceré mi aliento.
Desafiaré nuevamente
a quien me mira en ese espejo
y a veces no parece verme.