sábado, 29 de mayo de 2010

El arte de la frustración

Reivindico el dolor de lo que no es
justo hoy
que estoy en ese epicentro
en el cual las flores no se abrieron,
los invitados no vinieron,
el chiste no causo gracia,
la bomba no explotó.

Debo entender
que la vida a veces duele en fracasos,
como los intentos de parto que preceden al nacimiento.
Miro en el espejo mi propia frustración,
me seco las lágrimas de aquello que no fue,
me sacudo el polvo de algunos escombros que cayeron encima…
Me miro nuevamente al espejo
y cuando veo mi ropa toda sucia,
llena de polvo,
mi pelo totalmente despeinado,
y mi gesto de cansancio
por los esfuerzos que no dieron frutos,
cuando veo mi aspecto…
Ciertamente me parece gracioso
y no puedo dejar de reír.

3 comentarios:

  1. ¿Para qué pensar en lo que no pudo ser? Es tiempo precioso malgastado, que podríamos emplear en trabajar más para que otras cosas funcionen.
    Me gusta el final, un rayito de esperanza, se agradece.

    Un gran abrazo!

    ResponderEliminar
  2. que brisa fresca la risa...
    hola, creo que volvi.
    un saludos!

    ResponderEliminar
  3. Mejor reírse! La risa es salud, y de la frustración también se aprende.Alguna moraleja siempre perdura.
    Gracias por pasar siempre a visitarme.
    Que tengas una buena semana!
    Lady Baires

    ResponderEliminar