domingo, 1 de mayo de 2011

Éxodo


La relación entre mi ser interior y mi filosofía de vida en soledad ha sufrido un pequeño colapso, producto de una seguidilla de amigos que se van yendo hacia otros horizontes. Las cosas nunca se quedan del todo quietas, la vida hace que todo esté en movimiento mientras uno trata de girar sobre su propio eje tratando de evitar que este pierda su orientación. Inevitablemente duelen los apegos de los afectos cuando estos emprenden nuevos rumbos y se alejan de uno. Entonces llegan algunos momentos en los que uno siente que no tiene un apoyo firme, que todo de golpe puede moverse. No puedo decir que reniego de mi soledad porque me ha dado grandes bienestares, pero todo tiene su contracara. La libertad a veces tiene su precio.

3 comentarios:

  1. Decía Bécquer que "la soledad es muy hermosa, cuando se tiene alguien a quién decírselo". Estoy segura de que aunque partan algunos amigos, otros quedarán en tu compañía. Que nunca está reñido ser y sentirse libre con rodearse de buena gente.

    Un gran abrazo

    ResponderEliminar
  2. En mi infancia y adolescencia, era un clásico que las amigas partieran. Empezaba una linda amistad, y después me quedaba sin su compañía.
    Por eso a través del tiempo, me súper acostumbré a esa situación - no sólo amistades sino también familiares cercanos - Y hoy, cuando alguien se va en busca de mejores perspectivas ya lo tengo muy asumido.
    Ojalá Interrogante, tengas otras amistades, tal vez no tan cercanas pero que sea gente acorde a vos.

    un beso!

    ResponderEliminar