martes, 22 de septiembre de 2009

Editorializando (I) La discriminación en el mal sentido.

Despreciar diferencias, crear círculos malditos, partir de prejuicios desde preconceptos para acortar caminos. Definiciones arbitrarias de odios inverosímiles. El mal uso del concepto de discriminación es una brea enferma que ensucia la vida de la gente. Gordo, feo, viejo, judío, negro, homosexual, prostituta, pobre... Del polvo venimos y al polvo vamos y mientras tanto desaprovechamos este minúsculo instante de nuestra vida catalogando y clasificando en forma arbitraria y estúpida a la gente. Mientras tanto me la imagino a la muerte riéndose a carcajadas y pensando “Este pobre tipo se cree mejor que este otro y ambos van a oler del mismo modo cuando se pudran en sus pequeñas muertes”. Es interesante la creatividad para fomentar odios delirantes entre nuevos tipos de sectores a discriminar... El discriminador masivo va a llegar a tal punto que no va a poder esquivar todos los círculos de discriminación y para obedecer a la lógica de su propio odio terminará suicidándose con ensañamiento. Y aquí viene mi humilde opinión: discriminemos entre buenas y malas personas... El resto son todas macanas. Es más negocio amar que odiar, desgasta menos, enaltece más y seguramente vamos a estar más cerca de ser felices y de hacer felices a nuestros pares. Dejemos que cada uno viva feliz a su manera, con su color de piel, su sexualidad, su religión y su modo de vida... Disfrutemos del crisol de diferencias tan humanas que quizás esas diferencias nos haga la raza interesante que creo que somos (lo creo en esa graciosa arrogancia que tengo como humano, quizás en el universo haya razas mucho más interesantes que la nuestra)... Y no nos “jodamos” entre nosotros, que la vida es demasiado corta para desperdiciarla de semejante absurdo modo. Bienvenidos a este humilde espacio, mientras más diversos sean mejor!

4 comentarios:

  1. gracias.


    me gustaría poder ir colgando a la gente un letrero que indicase si es buena o mala persona, pero me temo que irremediablemente acabaría por colgar los dos a la mayoría.

    (a mí me colgaría uno de...)

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  2. Completamente de acuerdo contigo. Gastamos tanto tiempo en buscar diferencias y en atribuirnos y atribuir a otros absurdas etiquetas, que nos olvidamos de que en el fondo todos somos iguales.
    Eso sí, no creo que pueda dividirse a la humanidad en buenos y malos. Todos tenemos un poco de malos y de buenos, y escasean los que son tremendamente malvados, y los que son almas absolutamente bondadosas.
    Un abrazo!

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  3. Sí, totalmente de acuerdo con ustedes... Nadie es ni enteramente bueno ni enteramente malo. De todas maneras quizás podemos negociar la idea de que hay personas que a pesar de algunos defectos son en su esencia buenas personas. Pero ni hablar de que no hay blancos ni negros... Estamos en una perpetua gama de grises. Igual apunté esto no para marcar esa dicotomía extrema que por otra parte no existe, sino para guiar nuestra atención a cosas esenciales que trascienden las otras cuestiones... De todos modos, gracias por sus comentarios, porque por ahí me permite clarificar aún más la idea... Un gran saludo...

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  4. Sabias palabras!
    Cuanto tiempo se pierde discriminando, y la vida es tan corta...!
    Cariños
    Lady Baires

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