Se ha enemistado con aquella boca
carnosa y deseable quién traviesamente dejó el beso en su mejilla
en vez de caer en sus labios. Igual no entró en litigios con el
resto del cuerpo confiando en que todas las otras partes se aliarían
a él para convencerla de depositar el próximo beso en el lugar
indicado.
Triste ingenuidad; aún no sabía que nada de ese cuerpo le era amistoso y que cada parte estaba deseosa de otra piel que no era la suya, y que además ignoraban por completo esta clase de malestares y enojos.
Triste ingenuidad; aún no sabía que nada de ese cuerpo le era amistoso y que cada parte estaba deseosa de otra piel que no era la suya, y que además ignoraban por completo esta clase de malestares y enojos.
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