sábado, 8 de junio de 2013

Enojos ignorados...

Se ha enemistado con aquella boca carnosa y deseable quién traviesamente dejó el beso en su mejilla en vez de caer en sus labios. Igual no entró en litigios con el resto del cuerpo confiando en que todas las otras partes se aliarían a él para convencerla de depositar el próximo beso en el lugar indicado.

Triste ingenuidad; aún no sabía que nada de ese cuerpo le era amistoso y que cada parte estaba deseosa de otra piel que no era la suya, y que además ignoraban por completo esta clase de malestares y enojos.

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