sábado, 8 de junio de 2013

¿Fue el mayordomo?

Sobre el mármol yacía inmóvil, frío y con un último gesto que mostraba una tranquilidad final; aquel pensamiento estaba bien muerto.

Dieron paso a la autopsia con la más absoluta meticulosidad, revisando cada tejido, cada víscera, cada órgano, cada porción de aquel cuerpo.

Luego de muchas horas se miraron entre ellos y el gesto colectivo era de estupor y de desconcierto. Volvieron a hacer nuevas revisiones; buscando algún indicio, alguna pista, algún elemento, y pasaron nuevas horas.

Finalmente se rindieron y el misterio quedó sin resolver. Nunca se supo si fue suicidio, crimen o muerte natural.

No hay comentarios:

Publicar un comentario