domingo, 8 de enero de 2012

2012


Después de bastante tiempo sin agregar alguna palabra vuelvo a las andadas por este lugar. Sigo viendo el paso del tiempo como testigo a veces mudo de la realidad. Los acontecimientos se han acumulado bastante sin que llegue a documentarlos, tal vez porque me hallaba demasiado ocupado en vivirlos. A veces creo que me empiezo a acostumbrar a las alegrías y malestares de la vida, y siempre que aparece esta sensación la vida me desacostumbra intempestivamente con una caricia o un golpe.

Mis balances son tan erráticos que han perdido cierto valor... Muchas veces creo que he hecho la mitad de lo que debí hacer y que no tuve el discernimiento suficiente para poner mis energías en aquello más adecuado, y por momentos me siento ir por el camino adecuado. Suelo terminar bastante confundido y en un par de oportunidades opté por dejar que lo que tenga que ocurrir ocurra. Por cada cosa que creo entender aparecen 100 nuevas que me dejan totalmente perplejo. Es increíble como el paso del tiempo te hace tomar más y más conciencia de tu propia ignorancia.

Seguiré por la senda, dando saltos, brincos, tumbos, corriendo, caminando en puntas de pie, y quizás algunas veces (solo en excepciones) retrocediendo sobre mis propios pasos. El fantasma de la vejez me mira con una sonrisa bastante irónica, quien sabe que sabrá que yo no sé...

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